¿Te sientes como si te pusieras una máscara cuando tratas con ciertas personas o situaciones? Podrías estar ante un caso de trastorno de identidad disociativo (TID) o, más comúnmente, persona disociada. Es intrigante y aterrador pensar que nuestra mente podría dividirse, en esencia, en diferentes identidades, sobre todo sin que las comprendamos ni seamos plenamente conscientes de los cambios de una identidad a la siguiente.
El DID es uno de los trastornos de salud mental más incomprendidos, y las personas que viven con él suelen enfrentarse a la depresión, al estigma y a obstáculos para encontrar un tratamiento eficaz. Veamos en qué consiste exactamente la persona disociada y cómo pueden quienes la experimentan encontrar comprensión y alivio.
¿Qué es Persona Disociada?
El trastorno de identidad disociativo, o persona disociada, es un trastorno de salud mental caracterizado por la presencia de dos o más identidades o estados de personalidad claramente diferenciados. Estos diferentes estados coexisten en el mismo individuo, y cada identidad tiene su propia forma de relacionarse con el mundo, un conjunto único de comportamientos, recuerdos y otros patrones de pensamiento.
Muchas personas con DID experimentan cosas como pérdida de memoria, desorientación y pensamiento desorganizado como resultado de que las distintas identidades se hacen cargo en momentos distintos. Como se trata de un trastorno de salud mental menos comprendido, a menudo no se diagnostica ni se trata adecuadamente a estas personas. El trastorno suele ser el resultado de un trauma temprano, en particular de un abuso grave y de la negligencia sufrida durante la infancia, pero no se conoce con precisión la causa.
Signos y síntomas de la Persona Disociada
Algunos de los signos y síntomas más comunes de la persona disociada pueden incluir:
- Tener dos o más personalidades o identidades diferentes que se hacen cargo en momentos distintos.
- Lagunas de memoria y apagones o periodos de tiempo sin memoria de lo sucedido.
- Cambios de humor importantes entre las distintas identidades.
- Dificultad de concentración y memoria al pasar de una identidad a otra.
- Experimentar flashbacks, pesadillas y angustia en relación con los acontecimientos traumáticos que dieron lugar al desarrollo del TID.
Algunas personas con persona disociada también pueden tener otros problemas de salud mental, como trastornos psicóticos, trastorno de ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Tratamiento de la Identidad Disociada
El tratamiento de la identidad disociada consiste a menudo en terapias centradas en integrar las diferentes identidades y abordar el trauma subyacente. Los planes de tratamiento suelen incorporar técnicas de enraizamiento y prácticas de atención plena para ayudar a las personas a ser más conscientes de cuándo las distintas personalidades se están haciendo cargo. A veces se receta medicación para ayudar a controlar los síntomas de ansiedad y depresión.
Los terapeutas suelen utilizar diversas técnicas de tratamiento para tratar a la personalidad disociada, como la Terapia Cognitivo Conductual (TCC), la Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) y la Terapia Dialéctica Conductual (TDC). El objetivo de estas terapias es proporcionar a la persona las herramientas que necesita para controlar sus síntomas y comprender e integrar mejor las distintas partes de sí misma.
Afrontar la Persona Disociada
Afrontar los síntomas de la persona disociada no es una tarea fácil, sobre todo si no se trata. Sin embargo, muchas personas con TID pueden llevar una vida plena y significativa si tienen acceso a un tratamiento eficaz y apoyo. Adoptar mecanismos de afrontamiento saludables puede ayudar cuando las diferentes identidades se están haciendo cargo y un individuo siente que está perdiendo el control.
Algunas de las estrategias de afrontamiento saludables que puedes intentar son:
- Participar en ejercicio físico.
- Escribir un diario y expresarte mediante actividades creativas.
- Hablar con alguien en quien confíes acerca de lo que está ocurriendo.
- Conectar con un grupo de apoyo para personas con TID.
- Practicar ejercicios de atención plena y relajación.
Conclusión
Persona disociada, o trastorno de identidad disociativo, es una afección compleja de la salud mental que hace que un individuo experimente dos o más estados de personalidad claramente distintos. El trastorno suele ser el resultado de un trauma grave sufrido durante la infancia, y las personas que lo padecen suelen enfrentarse a estigmas y dificultades para encontrar un tratamiento eficaz.
Existen diversas opciones de tratamiento para quienes padecen TID, y una terapia y medicación eficaces pueden ayudar a controlar los síntomas de la afección. Es crucial que las personas que padecen trastorno persona disociada encuentren apoyo y adopten mecanismos de afrontamiento saludables para controlar los síntomas y llevar una vida plena.
Si usted o alguien que conoce experimenta síntomas de trastorno persona disociada, es fundamental que busque ayuda profesional lo antes posible. El tratamiento puede ayudarle a comprender e integrar mejor las distintas partes de usted mismo y a mejorar su calidad de vida.